El medio en el que se encuentran nuestros pies (calzados que impiden la libre circulación del aire) es un ambiente perfecto para el desarrollo de hongos y bacterias. Inescop está desarrollando unas microcápsulas de biocidas naturales que, integradas en el forro y la plantilla del calzado, impedirán la proliferación de estos microorganismos en el pie y en el calzado.
Actualmente, el calzado fabricado en España, y en la Unión Europea en general, camina hacia nuevos conceptos en los que la sostenibilidad y la incorporación de los elementos «activos» van a tener un importante papel como valor añadido y como elemento de competitividad e innovación.
El objetivo principal del proyecto es incorporar en el calzado, mediante microcápsulas, aceites esenciales con diferentes propiedades (antiséptico, bactericida, hidratante, desodorante, etc), habitualmente utilizados en la cosmética del pie, para un cuidado continuado del mismo. El contacto continuo del zapato con el pie lo convierte en un soporte potencial para la aplicación de este tipo de sustancias activas con actividad biocida. Estos componentes impiden la proliferación de microorganismos en el pie, causantes de determinadas infecciones y del mal olor.
Además, será necesario un estudio exhaustivo de los mecanismos de protección y liberación de las sustancias encapsuladas para adecuar su vida útil al fin de cada aplicación, lo que permitirá nuevos desarrollos en el campo de la microencapsulación.
La microencapsulación es una técnica emergente en el sector calzado. El método empleado hasta el momento es la impregnación, que consiste en aplicar el producto directamente en la superficie, pero la liberación es muy rápida y su efecto muy breve. Sin embargo, la técnica de la microcápsula tiene la ventaja de que protege el producto mediante una barrera física que permite una liberación controlada, reduciendo su velocidad de evaporación y asegurando así una acción prolongada y en contacto con el pie.
Además, Inescop, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Informática (ITI), trabajará en el desarrollo de un método económico y preciso que evalúe cualitativa y cuantitativamente el efecto de los aceites esenciales. Para ello, hará uso de las llamadas «narices electrónicas», que caracterizarán la actividad de los microorganismos presentes en el pie y en el calzado, causantes del mal olor. Del mismo modo, este sistema podría utilizarse para determinar la eficacia de los biocidas incorporados en el calzado y sus componentes.