AITEX e Inescop han participado en el desarrollo del proyecto europeo SEAT, acrónimo de “Smart Technologies for Stress Free Air Travel”, centrado en investigar cómo incrementar el confort en aviones a través de la creación de un asiento inteligente (smart seat) que adapte las condiciones del entorno al estado fisiológico del pasajero.

Tras tres años de intenso trabajo se ha logrado un asiento multifunción que reúne todo el confort que cualquier asiento debe proporcionar y que está totalmente integrado con el entorno. El asiento controla y regula los parámetros de humedad, temperatura, ruido y vibración. Además se ha incorporado una alfombra o sistema de entretenimiento interactivo personalizado (videojuegos) que responde a la presión que se ejerce con los pies para activar la circulación sanguínea del viajero y evitar así el «síndrome de la clase turista» que padecen algunos usuarios de los vuelos de larga duración.

El proyecto SEAT ha estado financiado por la Unión Europea dentro del VI Programa Marco. Coordinado por el Imperial College London (UK), en él han participado Institutos Tecnológicos, Universidades y empresas de toda Europa, entre las que destaca THALES AVIONICS, principal  proveedor de AIRBUS.

A nivel nacional, además de AITEX e INESCOP, también han participado las empresas ANTECUIR, ACUSTEL y STARLAB. La consecución de los objetivos generales de este proyecto ha contribuido a la mejora de las condiciones fisiológicas y mentales de confort de los pasajeros de la clase turística, principalmente de aquellos que utilizan los vuelos de larga duración, usuarios a los que iba destinado el presente proyecto. 

Para conseguirlo, la ejecución de las tareas se dividió en cuatro paquetes de trabajo principales, cada uno enfocado al estudio de diferentes parámetros que afectan al ser humano y al desarrollo de elementos que los monitoricen y que actúen en consecuencia para mitigar sus efectos.

AITEX, con la colaboración de ANTECUIR, ha integrado en el asiento sensores de presión distribuida, que miden el grado de movimiento, y por tanto de nerviosismo del usuario, sensores de humedad relativa y temperatura ambiental para la monitorización del ambiente individualizado de cada persona, y de temperatura corporal, con el objetivo de controlar el grado de confort térmico y poder así modificar los parámetros externos para incrementar el confort.

Con  el fin de desarrollar un sistema de control activo y pasivo del ruido en el interior de la cabina del avión, AITEX ha desarrollado tejidos aislantes acústicos que absorben el ruido en más de un 90% para longitudes de onda bajas, sin aumentar el peso y el grosor de los mismos.  En cuanto al control activo del ruido, se han integrado un sistema de altavoces y micrófonos en los reposa-cabezas de los asientos, para crear el concepto de burbuja acústica.