En la Unión Europea, cada año se desechan más de 100 millones de toneladas de residuos orgánicos, lo que equivale a alrededor de 200 kilos por persona. Actualmente, el 75% de ellos terminan en vertederos o se incineran, causando graves problemas ambientales, ya que al descomponerse los residuos orgánicos producen gases de efecto invernadero y contaminan además el suelo y las aguas subterráneas.
El vertido de residuos orgánicos va además en contra de los principios de una economía circular y supone un desperdicio de nutrientes, energía y recursos que pueden ser empleados en la obtención de bioproductos.
SCALIBUR (Scalable technologies for bio-urban waste recovery o Tecnologías escalables para la recuperación de residuos biourbanos en español), coordinado por ITENE, busca reducir la brecha entre la viabilidad tecnológica y las aplicaciones industriales en el campo de la valorización de residuos orgánicos urbanos reforzando la cooperación estratégica entre distintos sectores y creando nuevas oportunidades de negocio. De esta manera, contribuirá a dos desafíos europeos: reducir los depósitos en vertederos y lograr una economía circular en 2030.
Los residuos orgánicos que se valorizan actualmente se utilizan en su mayoría para obtener energía o compost, pero con SCALIBUR se desarrollará una amplia gama de tecnologías innovadoras para producir productos de alto valor añadido, como bioplásticos, biofertilizantes, biopesticidas y proteínas para alimentos y piensos. El proyecto contempla tres líneas de trabajo:
- Los residuos sólidos del canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías) se transformarán -a través de la cría de insectos- en proteínas, lípidos y quitina.
- Los desechos depositados en los contenedores de recogida selectiva de materia orgánica y la materia orgánica presente en las aguas residuales permitirán generar biopesticidas y bioplásticos a través de un proceso de hidrólisis enzimática, que consiste en la descomposición de sustancias orgánicas con intervención de unas enzimas llamadas hidrolasas, seguida por una fase de fermentación.
- El biogás resultante tanto de los residuos sólidos como de las aguas residuales será transformado mediante un tratamiento bioelectroquímico para obtener productos químicos básicos y bioplásticos como el PHA.
La gestión de residuos varía ampliamente en Europa, pero solo algunas ciudades cuentan con una recogida selectiva de residuos orgánicos. La ciudad sueca de Lund servirá como modelo en esta iniciativa, transfiriendo su experiencia en la recogida de residuos orgánicos a tres ciudades: Madrid (España), Albano Laziale (Italia) y Kozani (Grecia).
SCALIBUR, coordinado por ITENE, está integrado por un consorcio de 21 socios con sede en ocho países europeos: Alemania, Bélgica, Grecia, España, Italia, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. A través de este consorcio, SCALIBUR promueve la cooperación entre diferentes sectores, incluyendo centros de investigación, universidades, gobiernos locales, gestores de residuos y empresas.