La Inteligencia Ambiental describe un entorno en el que las personas están envueltas y asistidas por interfaces embebidos, inteligentes e intuitivos, en objetos cotidianos comunicados entre si, que conforman un medio ambiente electrónico que reconoce y responde a la presencia de los individuos inmersos en él de una forma invisible y anticipatoria. Esta tecnología ha sido denominada por la Comisión Europea como el principal escenario de futuro para el siglo XXI.
Conscientes de la importancia que puede tener este tipo de tecnología en el entorno del Habitat, Instituto Técnológico Metalmecánico, Mueble, Madera, Embalaje y Afines (AIDIMME) ha desarrollado el proyecto Sistema Distribuido de Inteligencia Ambiental, el cual es financiado por IMPIVA mediante fondos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional).
Este proyecto plantea un escenario de Inteligencia Ambiental (AmI) centrado en el hábitat, y basado en el mobiliario como una interfaz capaz de identificar y reconocer las necesidades del usuario, adaptando el entorno para satisfacer dichas necesidades. En un contexto ideal, podría incluso anticiparse a dichas necesidades.
El objetivo último del proyecto es crear una nueva categoría de “mobiliario inteligente”, evolucionado a partir del mobiliario domótico, que pueda interactuar con otros dispositivos para anticiparse a las necesidades de las personas en determinados tipos de ambiente.
Los resultados tangibles del proyecto se orientan al desarrollo de prototipos demostradores que permitan, por una parte, conseguir una amplia difusión del proyecto en el ámbito empresarial, y por otra la validación experimental del sistema de inteligencia ambiental diseñado.
A su vez, este sistema de Inteligencia Ambiental está configurado por dos elementos que también se obtienen como resultado del proyecto:
- Diversos dispositivos integrados en elementos del habitat (muebles en este caso), que son invisibles para el usuario en cuanto a su utilización, capaces de detectar sus acciones voluntarias o involuntarias (voz, gestos, estado de ánimo, movimientos, etc) y que deben disponer de cierta capacidad de computación.
- Un sistema de toma de decisiones basadas en dichos comportamientos (Programación de Agentes Inteligentes).
Para demostrar la viabilidad del planteamiento realizado, se diseñará e instalará una réplica de una vivienda simulada, donde se pueda demostrar el funcionamiento del sistema de Inteligencia Ambiental, tanto a los medios de comunicación como a empresas del sector del mueble y al público en general.
Esta réplica, inicialmente, se utilizará para validar el sistema desarrollado considerando la integración de todos sus niveles:
- Dispositivos integrados en el mobiliario.
- Sistemas de comunicación con actuadores domóticos.
- Sistema inteligente de respuesta ambiental.
Una vez validada tanto la integración de los elementos indicados, como el sistema de control AmI, el demostrador se utilizará con fines de difusión principalmente. Una vez realizada la difusión apropiada, se utilizará como entorno de prueba para seguir desarrollando la línea de investigación iniciada en el ámbito de la Inteligencia Ambiental.