El objetivo general del proyecto Sistema de producción de electricidad y almacenamiento (ENERGIA INTELIGENTE), impulsado por el ITE, se basa en desarrollar un ejemplo demostrativo de una instalación que permita una explotación más eficiente de los parques eólicos ya que, al disponer de cierta capacidad de almacenamiento, será posible optimizar la producción conjunta, almacenando energía en horas valle para luego generarla en horas punta, donde los precios son más altos al existir una mayor demanda de energía.
Además este tipo de instalación se puede ver desde el punto de vista de la generación integral mediante energías renovables al resultar, por ejemplo, un complemento ideal para un sistema de energía solar fotovoltaica.
Con este proyecto se pretende aprovechar los 29.000 MWh de media que se pierden al mes en las horas valle de consumo, una cifra que se irá incrementando conforme aumente el número de instalaciones eólicas. Esta energía no puede dominarse y existen periodos en los que la generación de electricidad es superior a la demanda. En estos casos, los aerogeneradores se detienen, pero con esta iniciativa se busca mejorar su rendimiento almacenando ese excedente de energía para su uso posterior, han explicado las mismas fuentes.
Uno de los métodos que el ITE contempla para el aprovechamiento de esta energía sobrante es su utilización en estaciones de bombeo. El excedente de potencia puede utilizarse para bombear el agua a distintos niveles en las centrales hidráulicas. Este procedimiento puede llevarse a cabo en los embalses ya existentes, pero además, también serviría para balsas de riego o depósitos de sistemas forestales, donde también hay que transportar agua a distintos niveles.
Otro posible sistema de almacenamiento que se plantea es la utilización en estaciones de recarga de vehículo eléctrico. La potencia generada en las horas de menos consumo serviría para llenar las baterías de los vehículos eléctricos, sobre todo durante el valle nocturno, cuando la demanda disminuye pero debido a las condiciones habituales del viento aumenta la producción de energía eólica.
Este trabajo ha sido cofinanciado por la Generalitat Valenciana a través del Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (Impiva), y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) dentro de la ayudas para Institutos Tecnológicos, programa de Fomento de la Innovación.