La contaminación de los suelos agrícolas y del entorno rural nacional por agroplásticos (APs) de un solo uso se ha convertido en un grave problema en términos medioambientales y productivos, con más de 950.000 hectáreas afectadas en las que se han acumulado 632 Kg de APs/Ha.
Actualmente, la agricultura en los países de la Unión Europea (UE) demanda 700.000 toneladas de agroplásticos, de los que solo se recicla alrededor del 9% debido a sus complicaciones en la retirada y posterior gestión, ya que, en muchos casos, la presencia de restos orgánicos dificulta su manipulación y reciclaje. España es uno de los principales consumidores europeos de APs (220.000 toneladas/año).
Aproximadamente el 79% de los residuos de APs se acumula en el suelo (suelos productivos y entornos naturales próximos) y se prevé que 12.000 Mt de APs se acumularán en el medio ambiente para 2050 en la UE. Además, en la actualidad, de forma habitual y descontrolada, se incinera un 12% de los APs fuera de uso produciendo altos niveles de emisiones de CO2.
El objetivo general de AP-WASTE, en el que participa ITENE, es incrementar la recogida y gestión de agroplásticos mejorando el proceso de degradación de poliestireno y polietileno de baja y muy baja densidad a través de la insecticultura (los insectos empleados ingieren los plásticos usados en agricultura) como medio para incrementar la rentabilidad de las explotaciones agrarias.
De este modo, los insectos pueden suponer un avance importante en la gestión de residuos plásticos y en la conservación del entorno natural gracias a la rápida degradación del plástico que son capaces de llevar a cabo. En el caso de AP-WASTE, se trabajará mayoritariamente con el tenebrio, una especie de coleóptero de la familia de los escarabajos.
Además, gracias a AP-WASTE:
- Se obtendrán productos de valor añadido, extraídos durante el proceso de biodegradación de los plásticos, a partir de la biomasa de tenebrios y lombriz, como son proteínas y otros compuestos de naturaleza biofertilizante, así como quitina y sus derivados (como chitosan). Todos estos productos son de valor añadido con usos biotecnológicos diversos que van desde cosmética hasta usos antimicrobianos en diferentes ámbitos, incluido el agrícola.
- Se podrá contribuir a un abastecimiento estable y sostenible de alimentos, piensos y biomateriales, aprovechando las proteínas, el exoesqueleto y los desechos generados por los insectos empleados. Con todo ello, se fomentará un modelo de producción con resultados dotados de un alto valor añadido que compiten en mejores condiciones de calidad y, a su vez, se demostrará la proactividad del sector y de la industria productora de agroplásticos para la resolución de este problema.
Para conseguir los objetivos anteriormente mencionados, se ha conformado un consorcio de 6 socios. Además de ITENE participan Sigfito Agroenvases; la Asociación Nacional de Jóvenes Agricultores (Asaja); la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH); el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), centro de investigación dentro del Consejo Nacional de Investigación (CSIC) y Repsol.
ITENE se encargará de desarrollar determinados pretratamientos necesarios para incrementar y optimizar la biodegradación de los residuos plásticos. De esta manera, se profundizará en el conocimiento existente con el fin de acondicionar estos residuos para aumentar la tasa de biodegradación.
Además, ITENE participará en tareas relacionadas con el análisis de la flora microbiana presente en los insectos estudiados, así como de posibles actividades enzimáticas involucradas. Este centro tecnológico desarrollará también procesos de obtención y purificación de quitina a partir del exoesqueleto de los insectos con el fin de validarlo como refuerzos para envases.