La mayor concienciación de la sociedad con la protección del medio ambiente hace que cada vez sea más importante la búsqueda de soluciones en favor de una construcción sostenible y que fomente el ahorro energético en edificios.
Ese es el objetivo de este proyecto del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), fomentar la utilización de envolventes cerámicas en la rehabilitación de viviendas, especialmente las soluciones constructivas para cerramientos exteriores ventilados.
El sistema constructivo de fachada ventilada con baldosas cerámicas constituye una solución idónea para la rehabilitación energética de edificios, ya que permite mejorar su comportamiento térmico.
La fachada ventilada es un cerramiento que se caracteriza fundamentalmente por incluir una cámara ventilada, limitada por dos hojas: una interior, encargada de aportar el aislamiento térmico y la estanqueidad, y otra hoja exterior, cuya misión principal es formar dicha cámara de aire, garantizando una ventilación continuada a lo largo de toda la superficie de la fachada.
¿Cómo funciona? La hoja exterior absorbe la energía procedente de la radiación solar. Eso produce un calentamiento del aire en el interior de la cámara. Ese aire, al reducir su densidad, genera un movimiento ascendente por convección natural que disipa la energía acumulada evacuando el aire caliente hacia el exterior. Asimismo, parte de dicha energía es reflejada por la hoja externa, y en su conjunto ambos mecanismos reducen la temperatura de la hoja interior del muro soporte. Por ello el sistema constructivo de fachada ventilada con baldosas cerámicas permite limitar las ganancias térmicas a través del cerramiento, y con ello reducir la demanda de refrigeración del edificio.
De hecho, según distintos estudios, la fachada ventilada mejora la regulación térmica y contribuye a una mayor eficiencia de los edificios, ya que se reduce en un 30% el consumo de climatización. Además, aumenta el aislamiento acústico con relación al exterior, con una atenuación del ruido entre un 10% y un 20%. A ello se une que la fachada ventilada con baldosas cerámicas hace de aislante frente a la humedad y evita que el agua de la lluvia penetre en el interior.
También hay que tener en cuenta que la cerámica es un producto muy resistente, que ofrece una durabilidad mayor. La resistencia al ataque ácido y la durabilidad ante los rayos UV imposibilita que las piezas cambien su aspecto, a pesar de su exposición al sol, manteniendo sus propiedades estéticas a lo largo del tiempo.