En la separación de materiales por las empresas de gestión de residuos sólidos urbanos (RSU) en los vertederos hay una cierta cantidad de los mismos que no pueden ser tratados o reciclados siguiendo las líneas de recuperación habituales (materiales inorgánicos como metales, envases, plásticos, etc., y materia orgánica que se dirige hacia líneas de compostaje), estas fracciones, denominadas ‘rechazos’ suponen alrededor del 68% del total de los RSE.
Esos rechazos pueden convertirse en un combustible sólido recuperado de óptima calidad. Y ese el objetivo del proyecto proCSR, la obtención de un combustible sólido recuperado (CSR) de óptima calidad para su uso en la industria cementera mediante el desarrollo de un nuevo proceso de acondicionamiento para las fracciones de residuos procedentes del RSU.
La tecnología experimentada en este proyecto permitirá aprovechar la energía contenida en más de un millón de toneladas al año de materiales de desecho, que en este momento se depositan en los vertederos. Además, supondrá el ahorro de las emisiones de CO2 que se producirían si esta cantidad de residuos acabase depositada en los vertederos.
Al finalizar el proyecto proCSR se dispondrá de un procedimiento de acondicionamiento específico para cada una de las dos fracciones de los RSU y será posible obtener un combustible sólido recuperado, así como un combustible sólido explotable para su utilización en industrias con una alta demanda de energía. Cemento, plantas térmicas, industria cerámica, hornos de cal y altos hornos son los potenciales sectores beneficiarios
El proyecto es una cooperación entre las empresas URBASER (gestora de residuos, proveedora en el proyecto de los flujos objetivos y explotadora de los resultados), APPLUS (entidad de inspección acreditada y responsable del establecimiento de protocolos que determinen los condicionantes del material) y CEMEX (cementera y usuaria final del combustible sólido recuperado, CSR), junto con los organismos de investigación ITENE (acondicionamiento a escala de laboratorio así como viabilidad económica-ambiental ) y CIEMAT (desarrollo a escala piloto y escalado industrial).
Entre los objetivos del proyecto destacan reducir los costes energéticos de las industrias usuarias, contribuyendo así a una mayor competitividad, e incrementar la economía verde, ya que se dispondrá de una tecnología nueva que reducirá el impacto ambiental del depósito de residuos en vertedero.