Minimizar los residuos y fomentar su recuperación y valorización. Esto es lo que, a día de hoy, proponen las políticas medioambientales de la Unión Europea para alcanzar un desarrollo sostenible de la industria. La Directiva Europea 2018/851 sobre residuos propone a los estados miembros de la Unión Europea no solo tomar medidas para minimizar la producción de residuos mediante el desarrollo de tecnologías limpias, sino también fomentar su recuperación y valorización, dentro de las medidas propuestas relativas al fomento de la economía circular y del uso sostenible de los recursos. Además, propone establecer tasas y restricciones aplicables a las operaciones de depósito en vertederos e incineración de residuos, para así incentivar la prevención y el reciclado de los mismos.
Por esta razón, en los últimos años el concepto de economía circular ha comenzado a implantarse de forma notable en las actividades industriales, con objeto de utilizar de forma eficiente los recursos, seleccionar los de menor impacto ambiental, reducir la generación de residuos y fomentar su reutilización y/o valoración.
En este sentido, el sector del calzado tiene mucho que aportar, pues cada año genera toneladas de residuos que en su mayoría acaban en vertederos. Consciente de ello, el centro tecnológico del calzado INESCOP, dentro de su línea de I+D de sostenibilidad industrial, y más en concreto de revalorización y reciclado de materiales, ha desarrollado una metodología que permite, a partir de residuos de piel acabada, extraer el colágeno hidrolizado y emplearlo como recurtiente en el proceso de curtición de nuevas pieles, a través del proyecto RECURPIEL.
Tras los prometedores resultados obtenidos a escala laboratorio, durante esta segunda anualidad del proyecto RECURPIEL II, se están escalando el proceso para su optimización a nivel piloto y se realizarán pruebas semi-industriales de recurtición con el colágeno obtenido, aplicando así la economía circular en los sectores calzado y curtidos.
En la actualidad, el escalado a nivel piloto del proceso de eliminación del acabado de las pieles, un proceso complejo debido a la diversidad de tratamientos y productos químicos de acabado que pueden ser aplicados en las pieles (pigmentos, anilinas, plastificantes, metalizados, etc.), se ha conseguido con éxito, así como la optimización de las condiciones de hidrólisis para extraer el colágeno de las pieles acabadas utilizando la planta piloto.
Por lo tanto, el proyecto RECURPIEL de INESCOP, en sus dos anualidades, pretende dotar de un valor añadido a los residuos de piel tratando, en la medida de lo posible, de cerrar el círculo a través de un proceso que permita que los residuos de piel acabada, generados en la obtención de piel curtida y artículos de piel, puedan ser reintroducidos como materia prima en el mismo proceso o en otros, con el objetivo principal de obtener un residuo final nulo.