Únicamente el 52,3% de los residuos recogidos selectivamente en 2007 se destinaron a reciclaje y sólo el 7,5% de los residuos recibió tratamiento primario, con lo que cada vez se deposita en vertedero mayor cantidad de materia orgánica. Para evitar la eliminación en vertedero de esta materia orgánica y la obtención de nuevas fuentes de energía con la calidad necesaria para su posterior utilización, el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) trabaja, con el apoyo del IMPIVA, en el desarrollo de una tecnología más eficiente para la gestión de los residuos sólidos urbanos.
La iniciativa, denominada Proefires, se suma a las acciones de desarrollo y asesoramiento ambiental que desde ITENE se viene realizando para dar soluciones a las empresas que les permita cumplir con antelación los objetivos medioambientales y requisitos legales marcados. Así como para impulsar el desarrollo y asesoramiento medioambiental en la gestión de los residuos y en la eficiencia de los procesos, ya que la generación de residuos sólidos urbanos irá en aumento en los próximos años.
En concreto, se han identificado de entre las tecnologías y procesos de pretratamiento existentes, aquellos más adecuados a aplicar a los residuos para que puedan ser transformados posteriormente de forma eficiente en combustibles alternativos o para su valorización como material.
Otro de los resultados obtenidos ha permitido mejorar la sostenibilidad de las operaciones de transporte y distribución en la cadena de suministro con especial foco en la minimización de emisiones, huella de carbono y el uso de nuevos combustibles/fuentes de energía.
La posterior aplicación empresarial de los resultados del Proyecto Proefires (Nuevas soluciones para el aprovechamiento de residuos urbanos a través de procesos más eficientes ambiental y energéticamente) permitirá identificar nuevas oportunidades de negocio para las empresas, al contar con una tecnología más eficiente para el tratamiento de residuos que hasta ahora no tenían salida comercial, dándoles un uso para generar nuevas materias primas secundarias o energía y tendrá una gran repercusión económica, teniendo en cuenta la cantidad de estos residuos que se desaprovecha cada año.
Los principales resultados del proyecto van dirigidos a empresas gestoras de residuos, a compañías dedicadas al diseño de instalaciones y fabricación de maquinaria y equipos, organizaciones relacionadas con la producción de energía así como a otras empresas y asociaciones de empresarios de la Comunidad Valenciana, tales como usuarias de compost y fabricantes que utilicen residuos como fuentes de energía.
El impacto medioambiental del proyecto es indudable, ya que evitará la disposición de estos residuos en los vertederos y aumentará la eficiencia energética, con una menor presión sobre recursos naturales no renovables, tales como el petróleo, así como el descenso de la dependencia energética de la Comunidad Valenciana.