La mayor parte de los daños sufridos por los productos hortofrutícolas son por defectos atribuidos a un sistema de embalaje defectuoso, no teniéndose en cuenta factores determinantes como los riesgos típicos del ciclo de distribución.
Los productos hortofrutícolas son muy sensibles a los cambios del entorno, tales como los daños mecánicos, las condiciones climáticas o la contaminación. Además sufren una serie de transformaciones una vez recolectados que influyen en el tipo de embalaje que se va a utilizar.
Las funciones principales de un buen empaquetado son proteger y asegurar la integridad del producto al evitar que agentes externos como la lluvia, altas temperaturas, una mala manipulación, choques y golpes estropeen el estado del producto y este llegue en malas condiciones.
Además debe proteger la mercancía a lo largo de todo su ciclo de distribución y estos cambios derivados de la cadena de distribución deben verse reflejados en el proceso de desarrollo del embalaje hortofrutícola.
Con el fin de afrontarlo, la empresa RAFAEL HINOJOSA planteó el proyecto de cooperación Metodologías de optimización de embalajes hortofrutícolas (FRUITBEST), con CARTONAJES LA PLANA y SICE, en colaboración con el centro tecnológico ITENE.
Dos son los objetivos de FRUITBEST:
- Análisis de los riesgos asociados a distintos escenarios de exportación considerado y su efecto sobre la resistencia estructural de los embalajes.
- Definición de metodologías de trabajo más realistas y en línea con las exigencias del entorno actual de distribución.
Este proyecto está enmarcado en la convocatoria de I+D para pymes 2011 del IMPIVA de la Generalitat Valenciana y los Fondos FEDER.