Actualmente se estima que el 75% de las pérdidas por daños en productos son provocadas por un embalaje deficiente, de la misma forma que también podrían reducirse los sobrecostes innecesarios consecuencia de embalajes sobredimensionados.
Para minimizar los riesgos de mermas o pérdidas de calidad de los productos hortofrutícolas en el punto de destino, ITENE está desarrollando el proyecto Fruitexport, con el fin de mejorar el proceso logístico y así fortalecer la competitividad de un sector que es, junto a la automoción, el mayor exportador de la Comunidad Valenciana.
El proyecto Fruitexport forma parte de las Acciones Estratégicas de Diversificación Industrial para la Comunitat Valenciana y surge a iniciativa de varias empresas y cooperativas, tales como Anecoop, Cheste Agraria, Burexport y Cobatur, además de fabricantes de embalaje: Rafael Hinojosa, Cartonajes La Plana y Cartonajes Europa. Cuenta también con el apoyo de otras firmas valencianas, como Transfrigo Canarias, Armesa, Exit o Llacer y Navarro. Bajo la iniciativa de estas empresas, ITENE participa como partner tecnológico.
El estudio está financiado por la Conselleria de Industria, Comercio e Innovación y contó con un presupuesto de 296.000 euros el año pasado, de los cuales han subvencionado a las empresas 140.420 euros a través del programa anterior. El proyecto, que ha culminado el primero de sus dos años de duración, se ha centrado en tres tipos de productos: naranjas y mandarinas, sandía y kaki.
En un principio se han estudiado las rutas a Reino Unido y países nórdicos, identificando los movimientos a los que se ve sometida la carga y reproduciéndolos con maquinaria específica. En el primer año se ha comprobado la ruta inglesa, probándola con mandarinas y naranjas, y con la colaboración de fabricantes de cartón ondulado –el material utilizado por el 56% de productores- se ha desarrollado un prototipo de embalaje para someterlo a prueba.
El objetivo de Fruitexport es identificar los embalajes idóneos capaces de soportar las condiciones de los diferentes entornos logísticos, ya sea almacenaje, cámaras de preenfriamiento, transporte por carretera o en contenedor. Además se evaluarán las prácticas de manipulación, transporte y almacenaje de los productos hortofrutícolas durante el proceso de distribución. Con ello se detectarán posibles puntos críticos y áreas susceptibles de mejora para aumentar la seguridad de los productos.