El confort térmico es un aspecto cada vez más importante en calzado y demandado por los usuarios, ya que nuestros pies desempeñan un importante papel en la termorregulación del cuerpo. Y es que, un microclima inadecuado dentro del calzado puede generar un estrés térmico, provocando a su vez una desestabilización del sistema mecánico de la marcha y pudiendo llegar a generar riesgos para la salud del usuario.
En la segunda anualidad del proyecto CONFORTEM, desarrollado por INESCOP se diseñarán y fabricarán prototipos de calzado para diferentes condiciones climáticas y se perfeccionará el procedimiento para la evaluación del confort térmico incluyendo, además de la caracterización física de los materiales y del calzado acabado, la interacción con el usuario en un entorno relevante. Para todo ello, INESCOP contará con el uso de tecnologías innovadoras como la termografía infrarroja y el pie térmico.
Actualmente, la termografía infrarroja es una técnica muy utilizada en diversos entornos clínicos tales como la detección de complicaciones relacionadas con el pie diabético. Se trata de una técnica precisa que permite la determinación de temperaturas superficiales de objetos de manera inocua, no invasiva y rápida. Estas características hacen que esta técnica tenga un gran potencial para la cuantificación del confort térmico, ya que permite evaluar el zapato completo tras pruebas de uso reales.
Los resultados obtenidos a lo largo del proyecto CONFORTEM II permitirán perfeccionar el protocolo establecido a cuatro niveles, desde la caracterización de los materiales a la evaluación del producto en entorno real, así como el procedimiento para la determinación del confort térmico mediante las técnicas anteriormente citadas.