El estrés térmico producido por una acumulación o pérdida excesiva de calor, es un riesgo laboral que no hay que subestimar, ya que puede afectar al rendimiento del individuo y su salud. Un exceso de calor reduce las características mecánicas de los tejidos del pie bajo gran cantidad de humedad, lo que puede conducir a la formación ampollas y proliferación de hongos. Por otra parte, la pérdida excesiva de calor en el pie reduce las capacidades motrices del individuo a bajas temperaturas.
En este sentido, INESCOP investiga en el proyecto CONFORTEM, el desarrollo de un calzado termorregulador, basado en el uso de materiales avanzados e innovadores, que se adapte a las necesidades de uso y su interacción con el entorno, así como en la puesta en marcha de un método de evaluación basado en termografía dinámica.
En la actualidad, no existen métodos normalizados para evaluar el confort térmico en calzado completo, por lo que la evaluación se basa principalmente en la percepción subjetiva del usuario. Por ello, en el proyecto CONFORTEM se trabaja en el establecimiento de un protocolo de evaluación del confort térmico, a distintos niveles, desde la caracterización de los materiales hasta pruebas de uso en diferentes ambientes.
Además INESCOP investiga el desarrollo de nuevos materiales avanzados con propiedades térmicas y de permeabilidad para disminuir el estrés térmico y mejorar sus propiedades de regulación térmica.
Se ha trabajado en el tratamiento, modificación y adaptación de componentes mediante la incorporaron de materiales de cambio de fase (PCMs) en plantillas, para conservar el intervalo de temperaturas del pie considerado como confortable, hidrogeles para mejorar la capacidad de absorción de sudor, nanomateriales, etc.