Hoy por hoy se producen gran infinidad de transportes de mercancías de los denominados sensibles, que serían aquellos que debido a las altas y bajas temperaturas que se registran, las bruscas variaciones de humedad (que pueden derivar en condensaciones), los riesgos como altas vibraciones o impactos, hacen que el se ponga a prueba la capacidad del embalaje y del propio producto transportado. Un buen ejemplo de este tipo de transporte es el marítimo.
Sin embargo, no todos los productos resisten igual las peculiaridades de los transportes sensibles. Especial atención merecen los elementos metálicos, que en el sector del mueble pueden tratarse de herrajes, tornillos, apliques, etc., en los que pueden darse fenómenos de corrosión de tal envergadura que son capaces de disminuir su funcionalidad hasta el punto de hacerlos inservibles.
Muchos son los métodos que se han utilizado para evitar estos fenómenos de corrosión, desde la introducción en el embalaje de bolsas con agentes desecantes hasta la impregnación de las piezas metálicas para su protección, si bien los resultados obtenidos han sido dispares y no siempre exitosos.
Desde hace unos años, se recomienda el empleo de los denominados VCI (volatile corrosion inhibitors) que, simplificando mucho su comportamiento, funcionan liberando al ambiente que rodea el producto durante el transporte sustancias que inhiben la corrosión.
Si bien los usuarios pueden plantearse algunas dudas en los que se refiere a su utilización, como el tiempo máximo de efectividad considerando la agresividad del ambiente, grado de protección con respecto al metal a proteger (en definitiva si es efectivo en todos los metales), capacidad frente a puntos débiles, como serían las soldaduras o la dosificación recomendada en cada caso.
En este contexto, la investigación de AIDIMME permitirá un mayor conocimiento del comportamiento y de las características de empleo de los papeles anticorrosión VCI que se utilizan para la protección de elementos metálicos en el transporte de mobiliario. La realización de este proyecto pretende dar respuesta a las cuestiones planteadas para los papeles VCI. Aunque se puede encontrar otros formatos, se escoge el tipo papel porque a priori es más ventajoso desde el punto de vista medioambiental.
Así, los objetivos que se pretende alcanzar son:
- Determinar la eficacia de los papeles anticorrosión frente a variaciones bruscas de temperatura y humedad.
- Determinar la eficacia de los papeles anticorrosión frente a ambientes extremadamente corrosivos.
- Evaluar la necesidad en función de las condiciones, las características del mobiliario, y la duración del transporte del empleo de estos papeles anticorrosión.
Además, una vez alcanzados estos objetivos se obtendrá el conocimiento necesario para obtener una serie de ventajas, como son:
- Estimar, a priori, el efecto que tendrá el empleo de los papeles anticorrosión sobre los elementos metálicos del mobiliario que se desea proteger, en función del metal que lo compone, de las condiciones de transporte y de la duración del mismo. Este conocimiento permitirá consiguiente mejora en la protección de los muebles y una reducción en los daños producidos debidos a fenómenos de corrosión.
- Una selección correcta de los papeles anticorrosión, lo que incluye también su dosificación, para conservar las propiedades originales de las piezas metálicas a proteger. Esto se traducirá en un ahorro de costes en el embalado y en un aumento de su eficacia.
Este proyecto está subvencionado por el IMPIVA con recursos de la Unión Europea a través del Fondo Social Europeo y del Fondo Europeo Desarrollo Regional articulados en el Programa Operativo de la Comunidad Valenciana. Además AIDIMME ha contado con la colaboración de EMUCA que ha suministrado la mayoría de las piezas metálicas que se han empleado en la investigación.