El presente proyecto INMAPLESP nace con la idea de complementar y ampliar el conocimiento existente sobre la incorporación de insecticidas en materiales plásticos para transformarlos en un instrumento concreto que contribuya a combatir las enfermedades de transmisión vectorial como Chagas, Malaria, Dengue y Lehismaniosis. El objetivo último que se persigue es desarrollar una tecnología capaz de obtener nuevos productos para la protección de las personas y el control de mosquitos y otros insectos vectores.
Las redes mosquiteras, la ropa, el calzado e incluso el empaquetado y embalaje de productos alimentarios para su exportación internacional son algunos de los objetos que van a ser tratados dentro del proyecto INMAPLESP, liderado por la empresa Inesfly, y en el que participan AIMPLAS y la Universidad de Zaragoza. Este consorcio trata de definir, formular, integrar, ensayar y diseñar la producción a gran escala de un nuevo microencapsulado capaz de proteger a los activos de las agresiones térmicas y químicas del procesado de los plásticos para su aditivación y espumación.
El uso de esta tecnología puede ser de gran transcendencia en los próximos años especialmente para los países tropicales y mediterráneos que están siendo colonizados por especies de mosquitos invasoras como, entre otros, el mosquito tigre (Aedes albopictus). Esta especie es el vector de enfermedades como el Dengue o el Chikungunya, enfermedad de la que se ha diagnosticado recientemente el primer caso autóctono en España.
El cambio climático y la globalización están favoreciendo la colonización de estos mosquitos en los países desarrollados y puede originar focos de estas enfermedades tropicales. El Dengue es una enfermedad vírica, que cursa como una gripe muy fuerte con fiebre muy alta, mientras que el dolor de las articulaciones es característico de la Chikungunya –el nombre procede de una palabra de los indígenas del Pacífico, que s
En concreto, este proyecto definirá y diseñará la producción a gran escala de nuevos microencapsulados capaces de proteger a los agentes activos de las agresiones térmicas y químicas del procesado de los plásticos. La tecnología Inesfly, basada en microcápsulas, que se emplea desde hace unos años con éxito en multitud de proyectos internacionales de salud, fue creada por la investigadora química Dra. Pilar Mateo, presidenta de Inesfly Corporation.
De este modo, intentan descubrir qué técnicas de fabricación de plásticos espumados se precisan para introducir microcápsulas Inesfly para que puedan ser utilizados, por ejemplo, en redes mosquiteras en los Trópicos que eviten el contagio de Malaria, o incluso en el calzado, ya que existen especies de mosquitos Anopheles, que vuelan muy bajos y que suelen atacar a tobillos y piernas. También se baraja incorporar una capa plástica a la ropa, que sirva de protección contra los mosquitos, o para recubrir y proteger el empaquetado y embalaje de productos alimentarios para su exportación internacional.
Igualmente, se trabajará en la protección de las maderas, para evitar la introducción de coleópteros, frecuentes en los armazones de madera o palés que se utilizan en el transporte de mercancías y alimentos. Y hasta en ganadería, para el desarrollo de collares con insecticidas para combatir garrapatas, pulgas y mosquitos.
Las microcápsulas introducidas en pintura o laca liberan los principios activos de una forma progresiva, de tal manera, que cuando se va eliminando las diferentes capas de pintura, progresivamente se va exponiendo la misma cantidad del insecticida sobre la superficie.
Una de las ventajas de disponer siempre de la misma cantidad del producto insecticida consigue que la resistencia a estos productos por parte de estos insectos sea prácticamente nula.
Además, dado que la microencapsulación permite una liberación lenta y gradual, la cantidad de los insecticidas en el ambiente es muy baja, lo que disminuye considerablemente la, ya de por sí, baja toxicidad.