En Europa se producen cada año en torno a los 12 millones de toneladas de material de protección para embalaje. Actualmente muchos de estos materiales consisten en resinas expandidas. El desarrollo de un proceso de fabricación de espumas 3D biodegradables energéticamente eficiente permitirá reducir el impacto de los envases y residuos en el medio ambiente.
Ese es el objetivo de REBIOFOAM, Espumas renovables 3D para una nueva generación de embalajes para transporte, en el que participa ITENE. El desarrollo de un proceso flexible, energéticamente eficiente y medioambientalmente sostenible que permita la producción de espumas-3D biodegradables derivadas de materias primas renovables (por ejemplo: agua y almidón) destinadas a la fabricación de materiales de protección para embalajes.
Dentro de este nuevo proceso, la expansión y espumado del biopolímero será llevado a cabo mediante tecnología microondas de presurización, aprovechando el contenido de agua interna del material para generar vapor. Estos procesos ofrecen una alternativa valida al procesado de polímeros basados en petróleo, incluyendo el uso de materias primas renovables.
Los nuevos desarrollos en las áreas de bioplasticos impulsaran el uso de materias primas renovables, ciclos cerrados de materia y compostaje así como la introducción de nuevas perspectivas destinadas a incrementar la sostenibilidad medioambiental. Se ha demostrado que la utilización de envases compostables REBIOFOAM para el transporte puede mejorar el reciclado hasta un 41% y reducir los residuos y la incineración de más de 50% a 37% y de 47% a 21%,respectivamente.
Desde una perspectiva del ciclo de vida, los productos de embalaje REBIOFOAM han resultado tener un impacto más bajo (-25 a -50%) con respecto a los envases de EPS en términos de potencial de calentamiento global, contribución a la niebla tóxica de verano, el uso de los recursos no renovables de energía y la acidificación.
REBIOFOAM es un proyecto en cooperación financiado por el Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea para la Investigación. El proyecto agrupa a 10 socios del Consorcio provenientes de 8 países y lo coordina la empresa italiana, líder mundial en la producción de plásticos biodegradables con base de almidón, Novamont S.p.A.