Con el proyecto Energías renovables en tierras abandonadas para el desarrollo de parques energéticos, ITE trata de analizar las posibilidades de aprovechar las tierras agrícolas abandonadas para la instalación de parques energéticos (instalaciones solares fotovoltaicas o eólicas) para fomentar el desarrollo de políticas sostenibles de energías renovables.
En la última década, y según cálculos de AVA-Asaja a partir de la Encuesta de superficies y rendimientos (Esyrce) que elabora el Ministerio de Agricultura, el número de hectáreas abandonadas se ha incrementado un 6,5 % en la Comunitat. Como resultado, la autonomía valenciana lidera desde 2015 el abandono de tierras de cultivo, con 161.567 hectáreas desatendidas en 2019.
El objetivo del proyecto del ITE es analizar las posibilidades en el uso de plantas energéticas, siempre desde una perspectiva de sostenibilidad medioambiental y del territorio. Para ello, se va a fomentar el intercambio de experiencias con otras regiones, analizando el impacto de dichas políticas sostenibles de energías renovables y la reestructuración necesaria en sus territorios. El objetvo es analizar las sinergias entre territorios y buscar la mayor eficiencia y el menor coste, mejorando la competitividad de las energías renovables.
En este proyecto, ITE va a utilizar las siguientes tecnologías energéticas:
- Tecnología energética: energías renovables; generación eólica, fotovoltaica, termosolar, pilas de combustible y biomasa; cogeneración y trigeneración: electrónica de potencia.
- Generación de energía: energías renovables; generación eólica, fotovoltaica, termosolar, pilas de combustible y biomasa; cogeneración y trigeneración; electrónica de potencia.
- Fuentes no convencionales de energía: energías renovables; generación eólica, fotovoltaica, termosolar, pilas de combustible y biomas; cogeneración y trigeneración; electrónica de potencia.
Este proyecto forma parte de Interreg, un programa europeo que consiste en mejorar la política de cohesión a través del intercambio de experiencias, la transferencia de buenas prácticas y las iniciativas conjuntas entre los 28 estados miembros de la UE (además de Noruega y Suiza) respecto a los objetivos temáticos (entre otros, innovación, pymes, economía de bajas emisiones de carbono y protección del medio ambiente).