El tabaco como combustible ecológico tiene futuro. El objetivo es la obtención de bioetanol y biodiésel con las consecuentes ventajas económicas y medioambientales: se da una salida a las plantaciones y se genera empleo en el mundo rural, se aprovechan terrenos no aptos para alimentos y se reduce la dependencia de los combustibles fósiles y su impacto en la contaminación y el cambio climático.
De ahí la importancia de proyectos como BIOTABACUM, en el que participa AIJU. El objetivo principal de este proyecto está relacionado con el estudio de todos aquellos aspectos relacionados con el aprovechamiento integral de la Nicotiana Tabacum como biomasa para la producción de energía.
De las hojas de la Nicotiana Tabacum es de donde se produce la mayor parte del tabaco consumido en el mundo.
En el presente proyecto el aprovechamiento energético de la biomasa proveniente de la Nicotiana Tabacum para la obtención de biocombustibles se lleva a cabo a dos niveles;
- Obtención de biodiesel a partir de la transesterificación de los ácidos grasos presentes en el aceite de la semilla de la «Nicotiana Tabacum».
- Obtención de gas de síntesis a partir de los subproductos de la reacción de obtención del biodiesel, ya sea; por reformado directo de glicerol o por reformado del biogás generado por digestión anaerobia del glicerol. Este gas de síntesis generado puede ser a su vez precursor de otros combustibles alternativos (keroseno, gasolinas, gasoil) así como de un gran número de hidrocarburos con gran valor en distintos sectores de la industria (lubricantes, alcoholes, etc.)
Para desarrollar este el proyecto BIOTABACUM se ha creado un consorcio, coordinado por el Centro Tecnológico del Juguete (AIJU), en el que también participan Innotecno Development SL, Azahar Energy SA, Beta Renowable Group SA y el Instituto de Tecnología Química (ITQ).