El proyecto Phoenix, coordinado por AIMPLAS y en el que participan otros 14 socios, incluyendo centros tecnológicos y empresas de ocho países europeos entre las que destacan las españolas como Avanzare y Conductores Eléctricos Revi, tiene como objetivo desarrollar una nueva generación de plásticos ignífugos prescindiendo de los tradicionales aditivos halogenados. Puesto que los aditivos ignífugos halogenados se emplean en un amplio rango de artículos comerciales como equipos eléctricos y electrónicos, cables de baja tensión o electrodomésticos hay que cuidar especialmente su eliminación, ya que son unas sustancias peligrosas tanto para el medioambiente como para la salud pública, y su uso y reciclaje se contemplan en diferentes directivas europeas como la Weee y la RoHS.
El problema de los aditivos no halogenados que podemos encontrar actualmente en el mercado como alternativa a los tradicionales es que son mucho menos eficaces. Es decir, los polímeros deben ser aditivados con entre un 30% y hasta un 60% de sustancia ignifugante para conseguir un buen comportamiento frente al fuego, mientras que los halogenados son eficaces empleando únicamente un 15% de aditivo. Pero al incorporar un porcentaje tan elevado de carga en la matriz polimérica se modifican en gran medida las propiedades mecánicas del compuesto final que así resulta mucho más frágil.
En los últimos años, los materiales convencionales están siendo sustituidos por polímeros sintéticos, pero la mayoría de ellos son inflamables y en presencia de un fuerte calor y oxígeno pueden arder. Por este motivo se hace imprescindible investigar para obtener plásticos ignífugos. Para ello hay que trabajar en el desarrollo de materiales retardantes a la llama que disminuyan los peligros del fuego.
El objetivo principal de la ignifugación es incrementar la resistencia de un material al fuego y disminuir la velocidad de propagación de la llama y calor desprendidos. Sin la ayuda de estos materiales ignífugos, la mayoría de los plásticos estarían vetados para su uso en diversos sectores.
Gracias a la nanotecnología, el proyecto europeo PHOENIX permite sustituir los aditivos ignífugos halogenados por nuevas sustancias más respetuosas con el medio ambiente y la salud.
La tecnología desarrollada en el proyecto permite reducir al 15% la presencia de aditivos, frente al 30% o 60% que es necesario incorporar actualmente en el caso de otros aditivos no halogenados.
Para la consecución del objetivo global del proyecto las tareas de investigación están orientadas al desarrollo de soluciones técnicas tales como:
- Investigación y desarrollo de composites sostenibles de matriz termoplástica y termoestable de alta resistencia al fuego.
- Fabricación a escala piloto de demostradores a partir de los composites sostenibles desarrollados con posibilidades de aplicación en el sector de la construcción y el transporte público.